Mientras se debate por qué le toca al estupendo Festival de Perfopoesía pagar los platos rotos del recorte que ha de aplicar el PP en la asignación de subvenciones, hay que cumplir una sentencia para zanjar el contencioso antes de que la productora de Maná le siga poniendo pleitos por impago al Ayuntamiento de Sevilla. Y aplicar el dicho de no hay mal que por bien no venga para suscitar un debate sereno entre todos los partidos sobre cuáles deben ser las prioridades en las que invertir el dinero del contribuyente. Por ejemplo, las relacionadas con políticas de juventud, deporte, cultura y educación. Gobierne quien gobierne, debe ponerse el cartel de Nunca más a la contratación pública de esos espectáculos. 32 años de experiencias en ayuntamientos democráticos deberían haber vacunado de esa garrafal tendencia a ofrecer pan y circo a las masas.
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Diario de Sevilla. Juan Luis Pavón
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