Las autoridades sanitarias han informado que desde el día 22 del presente mes hasta la fecha se ha producido un colapso sin precedentes en las urgencias hospitalarias de varias ciudades. Durante este tiempo han sido atendidos numerosos poetas del Siglo XIX que presentaban los mismos síntomas: tendencia al versolibrismo y explosivas diarreas. Tanto el personal sanitario como los pacientes han podido ver cómo las salas de urgencias se llenaban de pelucas mohosas que manchaban el suelo de talco, largas ristras de endecasílabos con monótono acento en segunda, sexta y décima, intercambios de premios poéticos, gestos rancios y páginas amarillentas.
En un reciente comunicado, las autoridades sanitarias han responsabilizado íntegramente al festival de Perfopoesía de la alarmante situación, que "además de ser un atentado contra el buen gusto de salón y academia", han matizado que "esta epidemia se ha extendido rápidamente entre nuestros poetas momificados. Habrá un acto donde serán recordados los caídos". Los poetas decimonónicos se han convertido en una especie protegida, y a tal efecto, a finales del mes de marzo pacerán juntitos en paz y concordia en una reserva que reproducirá su hábitat natural con todo lujo de detalles: solemnes recitales, capillas, nazarenos, cofradías y, cómo no, el peculiar olor a excremento de caballo que suele acompañarlos. En esta reserva podrán seguir viviendo como siempre, entre sonetos a las vírgenes y cristos y odas a los monumentos de la ciudad.
Aunque en el comunicado oficial las autoridades sanitarias no se ha precisado el número de víctimas, los afectados siguen en aumento.
Por otro lado, debido a que la mayoría de los poetas decimonónicos son funcionarios, se prevee que en junio habrá una convocatoria masiva para suplir las bajas.
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